Entrevistamos a Edith Salazar, cantante, compositora, productora, pianista, vocal coach, actriz y pedagoga musical. También fue directora adjunta de la academia de Operación Triunfo (2005-2006). Podríamos decir que Edith Salazar ha hecho de todo y un poquito más, pero aun así le queda un sueño por cumplir. En esta entrevista hemos podido conocer a una mujer llena de experiencias y vivencias profesionales dignas de descubrir, desde muy pequeña tuvo contacto con la música y no ha podido separarse ni un minuto de este arte. Comenzábamos la entrevista y lo primero que quisimos preguntarle fue sobre el momento que estaba viviendo actualmente.

Pregunta: ¿Qué tal te encuentras en este momento laboral?

Respuesta: Muy bien, muy contenta, muy esperanzada sobre todo, porque en estos tiempos hay que mantener el nivel de esperanza alto, positivos, creando y trabajando e intentando darle la vuelta a la tortilla.

P: ¿Qué nos puedes contar de tu último lanzamiento musical? ¿Qué has querido trasmitir con el Álbum “Bajo la corteza. Tributo a Leño?

R: Eso fue un trabajo muy interesante porque fuimos muchas bandas, muchos solistas y estuvo muy bien. Fue un tributo a Leño. A nosotros nos tocó un tema bastante interesante instrumental, donde incluso yo hacía voces imitando instrumentos, la verdad que fue muy divertido.

P: ¿Cómo ha surgido la idea del disco “Nanas de Dulce Luna”?, ¿Qué nos ofrece este disco?, ¿Dónde se puede comprar?

R: Bueno, me llamó la autora de canciones cuento María Purificación García, que es una gran creadora y me propuso que le hiciera este disco, yo encantada se lo hice. Han sido estas navidades cuando canciones “cuento”, que es una firma infantil de literatura y música infantil ha lanzado tres discos y uno de ellos es “Las Nanas de Dulce Luna”, yo soy la intérprete y además la productora del disco. Bueno son canciones para los más pequeños, para las mamás, es un disco muy tierno, muy para los peques. Es un disco para dormir [se ríe]. Se puede comprar en Fnac, en El Corte Inglés, en todas las plataformas digitales y en la web de canciones cuento cancionescuento.com.

P: De todos los campos a los que te dedicas dentro de la música, ¿en cuál te sientes más identificada?, ¿Cuál te gusta más?

R: La que más me divierte es producir, aunque también me gusta mucho componer. Componer es un acto de soledad a menos que compongas con alguien, pero yo normalmente compongo sola, entonces componer me gusta mucho porque siempre parto de la improvisación, empiezo a improvisar y voy buscando, componer es una búsqueda maravillosa. Y luego, producir me gusta mucho, porque el estudio me apasiona. Para mí, pasar horas en el estudio haciendo pruebas, grabando, regrabando, pinchando, retocando, haciendo arreglos… empezar con una guitarra y una voz y de repente oír toda una producción con batería, bajo, teclado… el resultado, cuando escuchas el resultado de un disco eso es algo muy grande para quien lo disfruta, yo lo disfruto tremendamente.

P: A raíz de conocer que te gusta componer sola, ¿Dónde buscas inspiración para componer?

R: La inspiración la encuentras en la vida. En los seres humanos, en la naturaleza, en las emociones, en los animalitos, en los seres vivos en general, pero sobre todo, en la naturaleza y en los seres humanos. La inspiración yo creo que está en todos los sitios mientras estamos vivos.

P: ¿Y de dónde viene tu pasión por la música?

R: Bueno, imagínate, yo canto y toco desde los 4 años. Empecé muy pequeñita, le hacía las segundas voces a mi madre en las fiestas familiares. Gracias a ella aprendí a hacer voces, armonías vocales. Eso ella nunca lo supo, pero se lo debo a ella, la armonía vocal. Y bueno, desde los 4 años empecé tocando un instrumento autóctono venezolano, el cuatro, luego me pasé a la guitarra y finalmente entré a los 8 años en el conservatorio en Venezuela a estudiar piano. También entré a estudiar canto e hice todas las materias que hay que hacer: armonía, composición… y fue para mí una de las épocas más felices, estar en el conservatorio. Más adelante, a los catorce años empecé a dar clases a los más pequeñitos del conservatorio, a los vecinitos de mi barrio y luego me pase a dar clases de canto y bueno, como puedes ver, llevo toda la vida… Siempre digo que voy a dejar las clases de canto porque estoy muy a tope componiendo, grabando, de gira, pero nunca las dejo. Porque las clases me gustan mucho, la pedagogía me encanta. Sobre todo lo que más me gusta es ver crecer un talento, más que mi participación, me gusta ver florecer, me gusta la evolución y que alguien se convierta en algo potente. Eso es algo muy satisfactorio.

P: ¿Sabrías destacar tu momento profesional más especial dentro de la música? ¿Algo que te haya marcado profesionalmente?

R: Muchos, no me puedo quedar con uno solo. Para mí, mi primer concierto en Venezuela fue un antes y un después. En ese momento me di cuenta de que yo iba a ser músico, de que yo quería estar en esta historia. En ese momento, cuando oí los aplausos y me levanté del piano dije: “Esto me gusta”, le dije a mi madre: “Mamá esto me gusta mucho”. Y mi mamá me dijo: “¡Ay que miedo me das!”. Ella me apoyó mucho porque a ella su padre no la dejó, su padre le decía que ser artista era de mujeres ligeras y nunca le apoyó, por eso ella me apoyo siempre tanto. Y me ofició, fue mi mayor mecenas y tengo la formación que tengo gracias a mi madre. Por esa formación tan grande que, además la continué y la continuo, no voy a dejar de estudiar nunca, me encanta ser estudiante, me encanta saber que todavía me falta por saber cosas, o sea eso me hace sentir muy viva. Cuando escucho a músicos, gente tan talentosa que hace cosas trascendentales digo: “¡Ah! Tengo que estudiar, tengo que estudiar”. Eso fue un punto de inflexión. Luego, quizá, otros conciertos, yo estuve muchos años de gira con Miguel Bosé, para mí Miguel fue un gran maestro, fue un antes y un después también, yo le debo mucho a Miguel. Y a parte, crecí y aprendí muchísimo con él, empecé muy jovencita. Estuve 7 años a su lado. Estuvimos por 40 países, me he hecho las Ventas, Palau San Jordi, Auditorio en México, estamos hablando de 25.000 a 40.000 personas, o sea era algo muy potente. Me marcó, me marcó como instrumentista. Cuando vas con Miguel estás en primera línea, entonces ya todo el mundo te quiere. “Esta toca con Miguel, la quiero en mi disco”. Entonces a partir de Miguel, me llamó muchísima gente para grabar. Fue una puerta que se me abrió en el mundo musical español.

Luego vino mi etapa con Rafael Amargo que he compuesto mucha música para varios espectáculos suyos. Luego vino Operación Triunfo, que no puedo dejarlo en el tintero, porque bueno, Miguel me descubrió como instrumentista y como vocalista, Amargo me descubrió como directora musical y compositora y OT como pedagoga. En OT era profesora de canto y además directora adjunta de la academia. Y bueno, canté un par de veces en las galas. Y luego hice teatro con Tricicle en el 2011, estuve dos años, ya había hecho teatro aquí con Pedro Reyes, con un montón de gente, pero quizá los que me descubrieron como actriz fueron ellos con “Forever Young”. Entonces para mí hay varias inflexiones.

Luego como productora he tenido grandes satisfacciones, ahora voy a producir a una chica novel, una de mis alumnas que es muy talentosa, Paula Corea, que justamente esta tarde termino de grabar las voces con ella. Y bueno, ahora viene mi disco, que cuando entregue el Máster, ya me meto a mezclarlo. Confío en que en febrero podamos tenerlo. Tengo muchas ganas porque hace mucho tiempo que no publico y este es un disco muy especial para mí, son 16 canciones de toda mi vida que están inéditas, lo he grabado con mis amigos, es quizá el disco mas personal que he grabado, estoy expectante y entusiasmada, muy ilusionada y creo que era una deuda pendiente con mis canciones, aquellas que nunca se llegaron a publicar. Tiene que ver la luz, además son 16 temas, no tiene desperdicio. En realidad son 12, pero hay canciones que no he sacado y esas cuatro son de Bonus Track. Espero que os guste, es pop, un disco bastante modernito. Yo creo que va a ser interesante escuchar a Edith Salazar en esa perspectiva. No suelo hacerlo, pero creo que puede ser muy interesante.

P: Después de haber realizado tantos trabajos, ¿crees que hay algo que se te queda en el tintero?

R: Uy, por supuesto, muchas cosas. Si hay algo que me encanta como te dije antes, es componer. Hace muchos años hice la banda sonara de un largometraje que no tuvo trascendencia, era una buena película, pero no tuvo trascendencia, si no hay suficiente producción económica, se queda ahí. Y yo lo que quiero es hacer bandas sonoras, ese es mi gran sueño. Porque yo soy una cinéfila empedernida, me encanta el cine, la interpretación y la música para películas, los SoundTrack, las bandas sonoras. Es que me encanta lo de fusionar la música con otras artes, lo multidisciplinar, me apasiona ver como un determinado tipo de melodía, de acorde o de instrumento puede reforzar una escena visualmente, eso me vuelve loca. Eso es mi gran sueño.

El encuentro dio para mucho y pudimos conocer otra parte de la artista, más personal aún si cabe. Si tuviese que quedarse encerrada en un ascensor con una única persona, sin duda, eligió a su marido, al que también llevaría a una última cena, junto con otros comensales, como Meryl Streep, Miguel Bosé, Boris Izaguirre y Malala. Si hay algo que verdaderamente le moleste a Edith Salazar es la injusticia. Le encantaría poder coger un vuelo a las Islas Vírgenes “a desparecer, a tumbarme a la bartola, a nadar y bucear, me encanta el agua”.

Pero sin duda, la pregunta final nos dejó una reflexión inmediata. “¿Qué preferirías, ser muy bueno en algo que detestas o ser muy malo en algo que amas?”. Edith respondió: “Que buena pregunta, preferiría no ser mala en algo que amo, pero siempre es importante hacer lo que a uno le emociona. Mira, los japoneses hablan del Ikigai, exactamente la traducción es: aquello que da sentido a nuestra vida, una vida que merezca la pena, razón de vivir, propósito de vida, misión, talento que descubres dentro de ti, que es útil al mundo y que puede ser el motor de tu vida, y que de muchas personas acaba siendo su profesión. Yo afortunadamente, encontré mi Ikigai muy pronto, porque hay millones de personas en este mundo que hacen un trabajo que les disgusta”.

Belén Gómez 

El equipo de www.mitrampolin.com 

#Yoestoyenmitrampolín

 

 

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